Está en pleno Barrio Judío, justo en frente del Museo del Greco. También una antigua casona restaurada y convertida en un hotel con sabor típico, pero sin olvidarse de las comodidades de los servicios modernos. Las últimas reformas han hecho de él un sitio con mayor encanto y a un buen precio. Si vienes con tu coche, dispone de plazas de aparcamiento concertadas en el parking que hay enfrente. Ofrecen ofertas con visitas nocturnas gratuitas los fines de semana.